22 de Julio 2012
Fiesta de Invierno| Taller de Juegos Waldorf
Acompaña Germinar en Pedagogía Waldorf (ver folleto adjunto)
Se
agradece su difusión. Muchas
gracias por leer!
Cuento: Como la nieve recibió su color.
Era verano
cuando Dios Padre creó el mundo y repartió los colores.En estos quehaceres
participaban también los ángeles, y en el reparto nadie pensó en la nieve .Así
la hierba se volvió verde, las rosas
rojas y el cielo azul, el diente de león se puso amarillo y la ardilla tomó el
color de pardo.
Todos se alegraron,
pero cuando se terminó el año y empezó a caer la nieve, ésta no tenía ningún
color.Fue a preguntar a Dios Padre:
-¿Debo
pasar por el mundo sin que nadie me vea?
Se decidió
que no había más remedio que buscar por el mundo a alguien que tuviera la
generosidad de compartir con ella su color.
La nieve
anduvo y anduvo, llevada por el viento .Primero encontró a la rosa y pensó que
sería un color muy noble para vestirse con él.
-Querida
rosa roja, ¿quieres compartir tu color con alguien que no tiene ninguno y a
quien nadie puede ver?
-Fría nieve,
no te acerques demasiado-dijo la rosa y sacó sus espinas-.
Nunca te
daré mi color, tú que hielas mis capullos y mis hojas.
La nieve tuvo
que marcharse como llegó.
Siguiendo
su camino se encontró con un prado donde había algunos dientes de león.
-¿No
quieres compartir un poco de vuestro color con alguien que no tiene ninguno y a
quien nadie puede ver?-preguntó la nieve.
-Somos tan
amarillas porque lo necesitamos.No nos sobra color.Habrías de estar contenta de
que a pesar de tus frías y temibles garras nadie te pueda ver.
Nuevamente
tuvo que marcharse.Poco después se encontró con unas campánulas azules en una
pendiente.
_ ¿No
queréis compartir un poco de color con alguien que no tiene ninguno y a quien
nadie puede ver?_les preguntó la nieve.Pero cuando las campánulas se dieron
cuenta de que era la nieve, tuvieron miedo y se escondieron entre la hierba.
Así la
nieve comprendió que ellas tampoco tenían un poco de color para ella.
Continuó
caminando de flor en flor, pero en todas partes recibía la misma
respuesta.Preguntó a la piedra, a la hierba, a los árboles y a las nubes, a los
hombres y a los animales.Nadie quiso compartir su color con ella.
Finalmente
ya había preguntado a cada una de las cosas del mundo y tan sólo le quedaba por
preguntar a una florecita blanca.
_Tú eres
la última a quien puedo preguntar, pero no creo que puedas compartir tu color
con alguien que está tan fría como yo.
Pero la
florecilla blanca no respondió como los demás.
_Si te
gusta el color blanco hay una buena solución _ dijo ella _ pues la creación
sería muy mala si nadie tuviera corazón para compartir contigo su color.
Dicho
esto, cogió un poco del color blanco de su flor y se lo entregó a la nieve.
Así la
nieve recibió el color más puro y claro de todas las criaturas Entonces le dijo
la nieve a la flor.
_Tú vas a
ser la primera flor de la primavera; y aunque crezcas cuando todavía haya
nieve, yo nunca te haré daño.
Esta flor
es la campanilla blanca.
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