No recuerdo bien cuando comencé a hacer muñecos, sé que era muy chica…
Luego un pralaya y en el año 1999 cuando nace mi primer hija vuelvo a ponerme en contacto con los muñecos, mejor dicho, ellos vuelven a ponerse en contacto conmigo, a manera de salvación, me volvieron a conectar cuando la idea era otra…
Y así surgió Khailas, rincón de mi casa, nombre tomado del monte y de un libro (El maestro y la rosa) que me regaló mi amor. En el monte Khailas se supone vive Shiva y toda clase de seres mágicos, durante la constelación de Tauro se realiza una peregrinación donde concurre gente de todo el mundo… (Se puede buscar mucha info sobre el monte…)
El rincón, se convirtió en mi lugar en el mundo, y mi constelación de Tauro de que vio nacer me dio la fuerza suficiente para instalarlo a mi manera... Khailas es el lugar donde soy feliz, donde todo es posible, donde soñar es lo mas natural del mundo, un lugar donde hay oportunidad, igualdad y alegría. Un suspiro.
Descubrí poco a poco como mi historia personal cambiaba al estar en contacto con materiales nobles, suaves, que de pronto se convertían en seres que me llenaban de infinita paz y amorosa compañía.
Unos años mas tarde llego el seminario Waldorf de maneras que solo el destino tiene previstas y otro gran cambio fue conocer la antroposofía, la formación del habla, los cuentos de hadas y la euritmia. Un nuevo mundo infantil se me revelaba, la posibilidad de nacer de nuevo y reinventarme.
Así comencé a encontrar esa paz en los muñecos y empecé a notar que ya no era lo mismo para mí un muñeco de plástico, muy bello, que uno de tela y tampoco era lo mismo uno industrial que uno cosido a mano, a pesar de que a veces las puntadas podían notarse… Aposté con Khailas a compartir con los demás la misma felicidad que yo sentía, con los muñecos cargados de energía, capaces de recibir calor en un abrazo.
Y empezaron a llegar las devoluciones, muy bellas, me llenaban de emoción y me hacían sentir que estaba donde tenía que estar. Así nació algo que tampoco conocía mucho: el compromiso y hoy sé que Khailas va mas allá de mi y que no puedo dejarlo, que es una elección, una filosofía y un decreto en mi vida.
Después del seminario vino otro descanso y las obligaciones me hicieron ocuparme de otras cosas cuando, un aprendizaje más vino a mi vida, con un caída muy grande, la pena más honda quizás y volví a encontrarlos, esta vez, pedí ayuda, esta vez el emprendimiento personal se transformó en familiar y así, como familia los muñecos volvieron otra vez y esta vez para armar su propio espacio.
Khailas es a la vez el lugar que amamos y nuestro granito de arena al mundo, con el corazón puesto en el amor universal, el pensar en la investigación permanente y la voluntad en coser y unir piezas que luego van por el mundo regalando amor, el mismo con el que nacieron que no se termina nunca sino se multiplica y se ofrece generosamente a todo aquel que lo quiera aceptar…
En Khailas apostamos a la vuelta a los materiales nobles, lana, telas y en eso fundamentamos nuestro concepto, calidez, sencillez y belleza en objetos de amor.
El concepto de la empresa es construir muñecos en forma artesanal y en lo posible con materiales naturales.
Los hacemos artesanales por querer volver al origen, a lo natural, lo genuino, una persona cosiendo partes de una tela que luego se trasforma en objeto de amor de otra persona.
La sencillez que transmite un muñeco de tela, la compañía que puede brindar a niños y grandes y la responsabilidad de tener una conciencia ecológica en estos tiempos de humanidad en que vivimos, por eso la mayoría de nuestros muñecos tiene a la vez materiales naturales y también fomentar la reutilización de reciclaje de materiales que creativamente pueden volver a tener una función útil, bello y necesaria en nuestra vida.Ingresá y maravillate! |
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